Que sí, que ciertas cosas sobre baloncesto son muy conocidas por todo el mundo: 

Quién es Michael Jordan, la mayoría de las reglas del juego, cómo es un balón de basket y muchas cosas más.

Pero seguro que no conoces de dónde salió este deporte o por qué los melocotones son los responsables de que el baloncesto se juegue hoy día como se juega, encestando en una canasta.

Vente de viaje que te lo contamos en este artículo.

¿Qué es el baloncesto?

El baloncesto tal y como lo conocemos, es un deporte de equipo en el que se enfrentan dos conjuntos de 5 jugadores durante cuatro períodos de 10 o 12 minutos.

El objetivo es anotar puntos en la canasta del equipo contrario.

Hasta aquí todo bien.

Pero, ¿de dónde sale el baloncesto? ¿Cuál es su historia?



Año 1891, finales del siglo XIX. Massachusetts, Estados Unidos. Era diciembre y hacía un frío que pelaba.

El profesor de educación física, James Naismith, buscaba la manera de que sus estudiantes pudiesen hacer deporte bajo techo porque las temperaturas eran muy bajas.

Una de las cosas que le habían pedido desde la dirección del instituto, era que practicase algún juego que no fuese tan violento como el hockey o el fútbol.

Después de pensar cómo podían anotarse los puntos en este nuevo juego sin que los jugadores tuviesen demasiado contacto entre sí, decidió que lo mejor era alejar y elevar el objetivo.

Y aquí entran en escena los melocotones del principio: El  profesor Naismith le pidió al conserje algún recipiente para marcar los puntos de su nuevo juego, pero lo único que tenía eran cestas de melocotones. 

Colgó las cestas a cierta altura, una en cada extremo del gimnasio. 

Acababa de nacer la canasta de baloncesto.

El primer partido de baloncesto

El profesor Naismith explicó al equipo que la idea era lanzar y meter el balón en la cesta del equipo contrario. 

Cogió un silbato y comenzó el primer partido de baloncesto de la historia.

Pero no fue un partido amistoso, ni pacífico como habían pedido al profesor desde la dirección, sino todo lo contrario.

En palabras del propio Naismith:  “Los jugadores comenzaron a darse patadas y puñetazos y acabaron todos contra todos en una melé en medio del gimnasio. Aquello fue una masacre”.

El partido acabó con muchas contusiones, ojos morados, un hombro desencajado e incluso un jugador inconsciente.

Después de este primer desastre, Naismith inventó 13 reglas cuyo objetivo era, sobre todo, evitar el contacto físico entre los jugadores para que no volviese a pasar lo mismo del primer partido.

Determinó, entre otras cosas, que la pelota debía ser lanzada hacia la cesta con la mano y no con un bastón como el hockey.

Además, no se la debía llevar en la mano más de dos pasos, para evitar choques como en el fútbol americano.

El éxito fue rotundo.

En cuanto al nombre, muchos pedían que este deporte se bautizase con el apellido de su inventor, pero al final acabó llamándose basket-ball (balón-cesto).

(Original, ¿verdad?).

La popularidad del baloncesto creció como la espuma y en los Juegos Olímpicos de San Luis de 1904 fue presentado como deporte de exhibición.

En los Juegos Olímpicos de Berlín, en 1936, se disputó de forma oficial por una medalla, que ganó Estados Unidos.

Una historia de cestas de melocotones, “masacres” y reglas

La historia del nacimiento del baloncesto tiene su miga.

Cuéntanos en los comentarios si ya conocías cómo se creó este deporte o te hemos sorprendido.